jueves, 17 de noviembre de 2011

En el país del Sagrado Corazón

El colombiano promedio, el colombiano que debe salir todos los días a enfrentarse de lleno con la vida, sin un trabajo digno, sin seguridad social ni nadie que le garantice sus derechos, se tiene que volver audaz, creativo, demasiado inteligente, para volver a casa con el alimento que sacará una sonrisa a sus hijos o para hacer más llevadero su hogar. A esos colombianos, que somos la mayoría, deseo dedicarles hoy esta entrada; a los buenos colombianos que dejan de lado sus tristezas, sus verguenzas, sus sinsabores, y nos hacen comprender, así sea por un instante, que pese a todas las adversidades, se puede vivir en este país considerado del sagrado corazón.

Van estas fotos tomadas con mi lente. Retratos fieles de lo que hacen los colombianos, entre muchas otras actividades, para no dejarse morir ante la indiferencia de un Estado que aún no encuentra la fórmula mágica para tratar a todos por igual.

Una venta de mazorca en una calle bogotana.









Una nevera que sirve para guardar zapatos, en Cartagena.











Una foto de la actriz Megan Fox, de Transformers, publicitando un bar nocturno, en Pereira.










Una venta de cuadros, exhibidos sobre un carro, en Manizales.









Si tienes fotos similares, envialas a mi correo, para que hagamos juntos una galeria en honor al colombiano luchador, honrado y decidido. No como burla, sino como una muestra a su arrojo, a su valentía, a ver si el Estado llega algún día a mirar bien la letra menuda de la Constitución.